Hoy por primera vez, desperté en la mañana y no tenía ganas de ir a trabajar. Ahora estoy en la oficina y como será el tiempo que me sobra que hasta me puse a escribir en mi blogg.
La verdad es que mi trabajo me encanta, pero hace unas semanas que vengo sientiéndome "sin futuro" y cuando ese bichito empieza a picar, no hay nada que me consuele.
Y si me preguntan qué quiero, bueno, es simple: "quiero un aumento de sueldo", pero el problema es que no tengo ni un solo motivo de peso para pedirlo y si me pregunto a mi misma si me lo merezco, te diré que no, pero la cosa es que lo necesito igual. ¿Tautológico cierto?
En fin, la cosa es que los aumentos son como los días de compras, no te solucionan la vida, pero al menos te cambian la cara y te dan un placebo para ese espíritu de superación que tanto me aqueja. Por ahora me reservo los motivos para justificar que soy buena en mi trabajo, hasta que la buena fortuna toque a mi puerta y tenga razones "económicas" para atrverme a pegarme el salto. De cualquier forma hoy es lunes, principio de mes y me queda muchoa trecho para caer de nuevo en otro hoyoespirito-laboral.
Hasta la próxima
